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RUGBY

El rugby es un deporte de contacto en equipo nacido en Inglaterra, donde tomó ese nombre a partir de las reglas del fútbol elaboradas en el colegio de la ciudad de Rugby (Rugby School) en el siglo XIX.

El rugby moderno, al igual que el fútbol moderno, es una evolución directa del fútbol medieval británico, también llamado en español fútbol de carnaval, un juego de pelota violento y reiteradamente prohibido, de reglas sumamente variables, que se practicaba popularmente en las islas británicas durante el medievo europeo, en el que se usaban tanto las manos como los pies, así como la fuerza para detener a los competidores.

Como bien se mencionó en la introducción al rugby, es un deporte de alto contacto y a medida que ha pasado el tiempo, y ha avanzado la tecnología, hoy en día para los entrenadores es fundamental el estado de rendimiento de cada jugador y para eso, los grandes equipos de rugby ya están utilizando el conocido "Big Data" para la prevención de las lesiones deportivas de los jugadores, mediante de los datos que se van adquiriendo, acelerando investigaciones que ayuden a prevenir desastres, en este caso prevenir todo tipo de lesiones presente en los jugadores.

¿El Big Data aplicado al mundo del deporte? 

Aunque pueda sonar extraño, los socios de los grandes clubes de rugby están invirtiendo en desarrollar un sistema de análisis predictivo que ayude al equipo a cuidar de sus jugadores. La idea es que este análisis permita a los técnicos reducir el número de lesiones de los jugadores del equipo y, por tanto, las convalecencias de éstos.

¿Lesiones deportivas y análisis de datos? Para cualquier equipo deportivo, que al fin y al cabo la gran mayoría son empresas y funcionan como tales, la lesión de cualquier jugador tiene impacto económico en sus resultados, máximo si se trata de sus jugadores estrella. 

Que un jugador se lesione puede hacer que el equipo pierda sus partidos, que requiera nuevos fichajes de refuerzo o, en el peor de los casos, puede terminar en la retirada del jugador y la pérdida de la inversión realizada. Teniendo en cuenta estos factores que incurren en pérdidas, se aplicará el Big Data para optimizar las tácticas de juego del equipo, evaluar los riesgos de lesiones inherentes al estilo de juego y crear planes de entrenamiento personalizados para los jugadores que se identifiquen en mayor riesgo.

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Este proyecto pretende ir más allá de la generación de un mero informe estadístico, el software ofrecerá un análisis en profundidad que permitirá, incluso, detectar los niveles de fatiga de los jugadores y cómo afecta a su juego, con la idea de ofrecer información de utilidad al cuerpo técnico para que tomen decisiones de manera pro activa que sirvan para mejorar el desempeño.

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En la actualidad, ya se están analizando datos como la fatiga, los golpes o la velocidad lo que les permite anticiparse y evitar así las lesiones. Asimismo, el big data permite establecer regímenes individualizados para los jugadores, mejorando el rendimiento de éstos.

Según Haydn Masters, preparador físico de los Waratahs uno de los equipos más importante a nivel mundial, antes utilizaban su intuición de entrenadores para predecir las lesiones, ahora analizan cada día 140 datos de cada jugador. “Las lesiones antes simplemente pasaban, ahora sabemos que podemos predecirlas y así evitarlas”.

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